Uno de los mejores escoltas jóvenes de la NBA (¿el mejor de todos?) lleva tres temporadas con una misma dinámica: su juego muestra una evolución y lo pone como una estrella de la liga, Camisetas Indiana Pacers pero su equipo se mantiene estancado en una reconstrucción que se está haciendo eterna. Uno de los grandes nombres que marcaron la última Agencia Libre (¿el más fuerte?) eligió a Los Angeles Clippers para regresar a casa y continuar el camino de dominio que estableció en Toronto. Una vez finalizada la Copa Libertadores 2017 el plantel sufre una depuración, perdiendo a varios de los nombres que formaran parte del ciclo anterior y desembocando en una mala campaña en la Superliga 2017-18, finalizando en el puesto número 21° y (por primera vez en 13 años) no logrando clasificar a competencias internacionales para la temporada siguiente. Su reemplazo fue Reinaldo Merlo, vieja gloria del club, quien no duró mucho en el cargo y renunció por problemas con el plantel en enero de 2006 en medio de un escándalo mediático entre el capitán Marcelo Gallardo y el director técnico. Logró su objetivo de conseguir una segunda estrella para acompañarlo, y la gerencia armó el mejor plantel posible para rodearlos.
Pero elegir a otra estrella que no sea el Rey sería un pecado. La llegada de Ricky Rubio le da al ex Kentucky un base probado y sólido como no había tenido en estos años, lo que liberaría un poco la carga de responsabilidad sobre sus hombros. La 2019-2020 plantea un escenario un poco más alentador, aunque probablemente insuficiente para dar pelea en un Oeste salvaje. Viene de promediar 27,3 puntos (43,7% triples), 5,3 rebotes, 5,2 asistencias y 1,3 robos en la 2018-2019. Números sensacionales que, incluso, pasaron un poco por debajo del radar considerando el ritmo de Giannis y Harden. Difícil cuestionar esa afirmación después de ver su versión en los Playoffs: 30,5 puntos (49% campo), 9,1 rebotes, 3,9 asistencias y 1,7 robos en 39,1 minutos, con una demostración de dominio absoluto en los dos costados de la cancha. Viene de promediar 26,6 puntos (46,7% campo), 4,1 rebotes y 6,8 asistencias en 35,0 minutos. No tanto en los números, que fueron bestiales (27,4 puntos, 8,5 rebotes, 8,3 asistencias y 1,3 robos en 35,2 minutos). Alguien que tendrá una carga sobre sus hombros para volver a la cima.
La lesión de KD en los últimos Playoffs nos recordó lo maravilloso que puede ser el base cuando se carga la ofensiva sobre sus hombros. Sino en lo físico: sufrió la peor lesión de su carrera (muscular), se perdió más de un mes después de Navidad, y esa ausencia terminó marcando el destino de los Lakers en el curso. Es posible que Anthony Davis termine la temporada liderando a los Lakers en varios rubros estadísticos. La 2018-2019 fue la primera temporada en donde el paso del tiempo impactó en LeBron. Es más, el propio LeBron admitió que dará un paso al costado para que AD tome fuerza y potencie las chances de LA en su intento de llegar al campeonato. A su eterna vinculación con el club, hay que sumarle su dilatada labor dirigencial. Si a esto le sumas que Curry tuvo unos años muy lastrado por las lesiones y que le hizo renovar muy a la baja, los Warrios se encontraron con un espacio salarial que no tenía mucho que ver con la calidad de su plantilla. En nuestro país el máximo exponente de la «chilena» fue el ariete manabita Hugo Mena, quien militó en Emelec a finales de los años 40 e inicios de los 50. El 4 de junio de 1949, en el Torneo del Pacífico, el conjunto “eléctrico” enfrentó al Aucas en el Capwell con una delantera que integraban Hugo Villacrés, Víctor Lindor, Hugo Mena, Atilio Tettamanti y Juan Avelino Pizauri.
BEIJING (China) – Cuando la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2019 comience este sábado, será un momento fundamental en la historia del torneo. Este se otorga al jugador más determinante y destacado en el momento que puede cambiar la historia de cualquier franquicia, de ahí que este galardón lleve el nombre de “Premio Bill Russell”. Y si acerca a los Clippers a una posición de campeonato, se empezará a poner su nombre entre los mejores de todos los tiempos. Sí, una temporada le alcanzó para espantar los fantasmas de las lesiones que impulsaron su salida de San Antonio y, además de llevar a los canadienses al campeonato, se posicionó como el mejor jugador de la NBA. Los Warriors van a quedar en el recuerdo como el equipo de Steph Curry, el mejor y mayor triplista de la historia del baloncesto, de Klay Thompson y de Draymond Green. Cabe destacar este curso al equipo juvenil, dirigido por Raúl González, el cual se proclamó campeón de Europa por primera vez.